La música tuvo su espacio en el 26° BARS, y de la mano del director Samot Márquez, tuvimos Júpiter, que se podría encuadrar perfectamente en un thriller algo psicodélico. Pero...qué es Júpiter? En principio, una banda, o un artista, al cual vemos tratando de salir adelante en un boliche random de la ciudad, con poco éxito, pero muchas ganas. Pablo Legeren encarna a este muchacho soñador y medio naive, que pronto tendrá un cruce con una Clara Kovacic en llamas -novio peligroso mediante-, que develará una trama de oscura financiación, ajustes de cuenta, y claro, mucho rock and roll.
Interesante mezcla de subgéneros, buena música, un villano descollante y escenas que nos mantienen agarrados del asiento, Samot contó en el estreno cómo algunas escenas fueron filmadas 'de guerrilla' hasta que alguna autoridad detuvo el experimento, pero francamente no se nota. La maestría de conjugar elementos urbanos con espacios más psicodélicos me llevaron al cine de gangsters y un poco de la crudeza de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), pero nunca deja de ser un escenario bien argento, con todo lo que eso implica.
Lo que me gustó: Germán Baudino, como el villano, la descose: mete miedo real, absolutamente impredecible y querible. La música muy acertada, se nos termina pegando inmediatamente. Gol.
Lo que no me gustó: por momentos el ritmo se vuelve algo lento, pero nada que lastime realmente la experiencia.
Dato de color: La banda sonora está oficialmente editada, pero todavía no la pude encontrar.
★★★★
