El mayor WTF de la historia del cine!
Cuando te proponen algo disruptivo, diferente y alucinante, no se puede decir que no. Esta película es un claro ejemplo de lo anterior: inclasificable...en el buen sentido. Un experimento audiovisual que narra la historia de un evento trágico, la culpa, la nostalgia, y los monstruos.
Lo primero que leí fue 'es la primera película en la historia del cine filmada en slow motion'. Un montón, pensé. Y seguramente tenga ese record, ya que tenemos un metraje de algo más de hora y veinte en UNA SOLA TOMA, que nos produce unas sensaciones inexplicables. Incomodidad, sobre todo. Pero curiosidad, ansiedad, reflexión. Estéticamente muy bella, con una puesta muy cuidada y al mismo tiempo austera, todo transcurre en un baño público, repleto de frases escritas en los azulejos. Resultan de mayor utilidad para ir comprendiendo qué es lo que realmente pasa.
Tuvimos la chance de conversar con el director y el equipo técnico y nos comentaron que por cuestiones presupuestarias tenían una sola chance de meter una toma entera, debido a que naturalmente el decorado tenía una alteración irreversible; así que después de algunas tomas fallidas -antes del punto de no retorno-, salió todo perfecto, y se nota. Es un viaje onírico y surrealista, no apto para ansiosos. Hay que relajarse y meterse en ese baño donde la vida parece estar mandando unos mensajes permanentemente cambiantes.
Al finalizar la película, tenemos un pequeño detrás de escenas, que nos grafica un poco cómo se realizó en tiempo real la filmación. Altamente ilustrativo y disfrutable.
Puedo lucir orgulloso mi certificado...yo sobreviví a la Hiperrealidad.
★★★★
